Para madurar emocionalmente, poder hacer uso de nuestra fuerza adulta y transformarnos en seres responsables de nosotros mismos, de aquello que experimentamos y sentimos, es importante, vital, revivir el dolor de nuestro niñ@ interior. Se nos hizo daño y eso es innegable; ese dolor, quedó impregnado en cada célula de nuestro cuerpo, nuestros poros, nuestro cabello; un dolor cristalizado que nos dejó «desnudos»1 y congelados ante la vida.
Lo que pasó, pasó y aunque pueda parece inverosimil, nuestro alma lo eligió, pero de eso hablaremos en otra entrada. No podemos cambiar lo que pasó, pero si podemos darle una nueva mirada, si quiera, una oportunidad a ¿ y si es posible cambiar el color de la pantalla desde la cual estoy mirando a mi niñ@ interior?.
En este punto, es importante resaltar la importancia de desmitificar a papá y mamá. Ellos, fueron también niños heridos, con sus traumas, heridas y ansiedad por no sentirse amados. Desde la mirada sistémica transpersonal, tomarles tal y como son, significa tomar la vida tal y como es. La sombra no tendría cabida sin luz y es vital para que exista equilibrio, saber adaptarse a ambos polos, adaptándose así, a la vida.
Reconocer como padre /madre que no soy perfecto/a y que mis padres tampoco lo fueron ,es vaciarse de expectativas, de este modo, disminuimos mucho la carga emocional y la responsabilidad que posamos en ellos.
Desde la mirada de la biodescodificación2 y la psicología sistémica transpersonal3, abordamos el origen, la raíz de cualquier síntoma físico, comportamental o existencial de la persona, digamos, que tenemos un atajo para llegar al momento programante4 donde se codificó el dolor de nuestro pequeñ@ interior.
- desprotegidos, vulnerables, humillados y no amados. ↩︎
- metodología de acompañamiento. Acompaña a la persona a averiguar, qué emoción oculta se esconde tras su síntoma. ↩︎
- metodología, herramienta concienciativa que acompaña a la persona a tomar conciencia de las dinámicas, lealtades familiares y patrones familiares que se manifiestan en su vida. ↩︎
- instante donde el niñ@ siente biológicamente, miedo a morir. ↩︎